Bishops vote on Israel-Palestine

Los obispos alzan las manos para oponerse a la Resolución D019, que aspiraba a ponerle fin a la complicidad financiera de la Iglesia con la ocupación israelí de los territorios palestinos. La resolución fue rechazada 48-78. Foto de David Paulsen/ENS.

[Episcopal News Service – Austin, Texas] La Cámara de Obispos rechazó por amplia mayoría una medida que había encontrado abrumador respaldo en la Cámara de Diputados y que aspiraba a ponerle fin a la complicidad financiera de la Iglesia en la ocupación israelí de los territorios palestinos, aplazando al menos por otros tres años uno de los asuntos más polémicos de la Iglesia.

Otras resoluciones relacionadas con Israel y Palestina siguen estando en juego en la 79ª. Convención General y todavía pueden ser aprobadas. El obispo de California Norte. Barry Beisner, presidente del Comité de Justicia Social y Política Internacional, le dijo a Episcopal News Service después de la votación del 11 de julio contra la Resolución D019, que las resoluciones restantes, aunque tal vez “no menos emotivas” no eran tan “complicadas”.

Obispos y diputados de ambas partes del asunto hablaron enérgicamente sobre la Resolución D019 esta semana, pero las votaciones de las dos cámaras terminaron con resultados opuestos. Los diputados aprobaron la resolución con un 74 por ciento a favor, en tanto la votación de los obispos fue de 48-78, o un 62 por ciento en contra de la resolución.

La Resolución D019 le habría pedido al Consejo Ejecutivo, basándose en 70 años de política de la Iglesia sobre el conflicto del Oriente Medio, que investigara y elaborara un plan para 2019 con vistas a imponer un “tamiz de inversiones a partir de derechos humanos” que sus críticos describieron como una peligrosa desinversión de Israel.

“La desinversión no nos hará avanzar una pulgada en el proceso de la paz. No le pondrá fin a la ocupación. No nos conducirá a la solución que todos anhelamos, que es la de dos estados viviendo en paz uno junto al otro dentro de fronteras seguras”, dijo el obispo jubilado Ed Little, de la Diócesis de Indiana Norte, que fue uno de los seis obispos en hablar en contra de la resolución antes de la votación.

El rechazo de la resolución sirvió como una súbita acentuación de una semana de abierto y apasionado debate sobre una gama de asuntos relacionados con el trato de Israel a los palestinos. La Convención General está considerando cómo la Iglesia Episcopal debe responder a lo que muchos ven como la escalada de una crisis humanitaria en la región.

Casi 50 personas testificaron en una audiencia de comité sobre el tema que tuvo lugar el 6 de julio en el hotel JW Marriott, parte de un proceso expeditivo recomendado por el obispo primado Michael Curry y la Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados. Sus recomendaciones, incluyendo la designación de la Cámara de Diputados como la cámara donde iniciar esta gestión legislativa, tenían la intención de garantizar discusiones amplias, abiertas y productivas  luego de que hubiera quejas sobre el proceso para considerar las resoluciones acerca de Israel-Palestina en la Convención General de 2015, en que los obispos votaron en contra de una medida semejante lo cual significó que nunca se sometió a la consideración de los diputados.

La Convención General ha votado a favor del proceso de paz en el Oriente Medio durante décadas. Este año, el comité de política internacional presentó la D019 para un orden del día especial en la Cámara de Diputados, reconociéndola como la más controversial de más de una docena de resoluciones afines, incluidas algunas asignadas al Comité de Mayordomía e Inversión Socialmente Responsables. El orden [del día] especial significaba que el debate en el pleno el 9 de julio no podía ser puesto a un lado por trabas de procedimiento.

“Que esta sea finalmente la convención donde digamos que no seguiremos permitiendo que nuestros recursos financieros faciliten esta brutal ocupación”, dijo Brian Grieves, diputado por Hawái y proponente de la resolución, antes de que los diputados votaran 619 a favor y 214 en contra, para enviarle la D019 a los obispos.

Pero el contraste en el tono dos días después se hizo evidente de inmediato en la Cámara de Obispos.

Little advirtió que la desinversión haría un “daño irreparable” a las relaciones de la Iglesia con Israel. El obispo Scott Barker de Nebraska reconoció “el peso insoportable que llevan sobre sus hombros los palestinos que viven bajo la ocupación israelí”, pero también advirtió de la persistente, si no extendida, opinión en los territorios ocupados de que Israel no tiene derecho a existir.

“I siempre respaldaría una inversión proactiva en los territorios palestinos… pero acciones para boicotear, desinvertir o sancionar a Israel solo como el antagonista de esta historia ya no tiene sentido para mí”, afirmó él. “Eso para mí es una excesiva simplificación de una realidad compleja”.

John Taylor, el obispo de Los Ángeles, se sumó a los que se opusieron a la resolución, diciendo que si bien la ocupación israelí “es imposible de defender”, las dos alternativas, anexión o retirada, serían “catastróficas”.

“Mejor intensificar nuestra participación constructiva a través de la región, haciendo todo lo que podamos como Iglesia para levantar la infraestructura económica, social y política en Palestina por el bien del pueblo palestino”, dijo Taylor.

Varios obispos hablaron a favor de la resolución, entre ellos el obispo Marc Andrus, de la Diócesis de California, quien dijo que muchos de los argumentos contra la desinversión “se basan en una falsa equivalencia”.

“Todas las vidas humanas son infinitamente valiosas”, dijo Andrus, y demasiadas vidas se han perdido en ambas partes del conflicto israelí-palestino. Pero él dijo que era innegable que el saldo de pérdidas en las décadas que dura el conflicto ha afectado desproporcionadamente a los palestinos, por un factor de tres a uno.  El llamó la aprobación de medidas más drásticas “algo que ha tardado mucho en llegar”.

La obispa sufragánea de Massachusetts, Gayle Harris, y el obispo de Newark Mark Beckwith hablaron a favor de la resolución, centrándose en las inversiones de la Iglesia Episcopal en compañías que apoyan o proporcionan ayuda infraestructural a la ocupación, tales como Caterpillar, la fabricante de equipos de construcción, y una compañía de telecomunicaciones como Motorola. Ambas compañías ya han sido objeto de activismo accionario de parte del Consejo Ejecutivo de la Iglesia.

La Resolución D019 “nos llama, tal como yo la leo, a investigar quién está lucrando con la tragedia del Oriente Medio”, dijo Beckwith.

“Nos lleva a mirar cómo participamos, ya sea silenciosa o financieramente, en un sistema que degrada a las personas”, dijo Harris. “Esta es nuestra actuación, nuestra conciencia, nuestro sentido de la justicia… Nuestro sentido de quienes somos como pueblo de Cristo está vinculado a esta resolución”.

Pero el obispo John Tarrant, de Dakota del Sur, al oponerse a la resolución, la emprendió con el proceso, que a él le sigue pareciendo defectuoso.

“Debe haber sido un sueño, pero yo creía haber leído en alguna parte que íbamos a tener una conversación franca acerca de este asunto muy complejo, en el cual intervinieran personas de ambas partes que fuesen expertos”, afirmó Tarrant. “Creo que este problema complejo exige un foro más grande que una rápida sesión legislativa”.

Durante un receso de la sesión legislativa después de la votación, Beisner le dijo a ENS que él creía que los que describían la resolución burlonamente como “BDS”—por boicot, desinversión y sanción— “estaban adelantándose a los acontecimientos”.

“Yo en verdad estoy de acuerdo en que merece una consideración más amplia y cuidadosa de lo que permite nuestro reducido proceso legislativo”, afirmó Beisner. “Por supuesto, una de las esperanzas era que el Consejo Ejecutivo sería el lugar donde eso podría suceder. Esa era el objetivo de la D019”.

Las otras resoluciones que se encaminan en la Cámara de Diputados se refieren al tratamiento de los niños palestinos, al uso de fuerza letal de parte de Israel contra palestinos desarmados, al sistema de apartheid entre israelíes y palestinos, a las leyes israelíes que privan a los palestinos de derechos civiles y a la capacidad de las compañías estadounidenses de boicotear a Israel en protesta por su ocupación de los territorios palestinos.

Esas resoluciones fueron recomendadas por miembros de comités tanto de la Cámara de Obispos como de la Cámara de Diputados, aunque queda por ver cuál, si es que alguna, logra la aprobación de ambas cámaras. Los diputados podrían votar más tarde el 11 de julio si las resoluciones no se retrasaban por otros asuntos.

– David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Puede dirigirse a él en at dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.

 

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