[Episcopal News Service – Austin, Texas] Si hubo un tema que desafió cualquier expectativa de controversia en la 79ª. Convención General, ese fue la inmigración.
Obispos y delegados llegaron a Austin la semana pasada a la zaga de un escándalo nacional por la política de “tolerancia cero” del gobierno de Trump hacia la inmigración, en particular la decisión de separar a niños de los padres detenidos. Y pese a que el gobierno revirtiera las separaciones de familias, las normas migratorias siguen siendo un tema candente, incluso en el estado fronterizo que servía de anfitrión a la reunión trienal de la Iglesia Episcopal.
Pero si el país continúa dividido respecto a qué hacer con la inmigración, los miles de episcopales aquí presentaron un frente unificado en apoyo a las familias que han sido separadas, de los que se enfrentan a la deportación y de los inmigrantes en general —a través de la oración , el testimonio, la acción y la aprobación expedita de una legislación.
Uno de los momentos definitorios de esta Convención General fue la vigilia de oración que tuvo lugar el 8 de julio frente al Centro de Detención Hutto, una instalación para la reclusión de inmigrantes [ilegales] a poco más de media hora a la salida de Austin. Una nutrida reunión de más de un millar de episcopales que oraron y cantaron en apoyo a padres inmigrantes y a sus hijos, que han sido separados.
“No venimos con odio, no venimos con fanatismo, no venimos a rebajar a nadie. Venimos a realzar a todos”, dijo el obispo primado Michael Curry en su sermón en la vigilia de oración. “Venimos en amor. Venimos en amor porque seguimos a Jesús, y Jesús nos enseñó a amar”.
Ese espíritu se mantuvo a lo largo del proceso legislativo de la Iglesia. Unas 25 personas testificaron el 7 de julio en una audiencia sobre todas las resoluciones relacionadas con la inmigración, y las políticas del gobierno de Trump estuvieron presentes.
La Rda. Nancy Frausto, que fue una oradora principal en la sesión conjunta de Conversaciones de la IE [TEConversations] sobre reconciliación racial, testificó en la audiencia de su temor a la deportación luego de que el presidente Donald Trump cancelara la política de protección a los “soñadores” como ella, que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos siendo niños.
“Los 800.000 soñadores deben tener el respaldo de la Iglesia Episcopal, y no sólo ellos, sino todos los inmigrantes”, dijo Frausto, hablando a favor de la Resolución C033, que deja constancia de que la Iglesia respeta la dignidad de los inmigrantes y bosqueja cómo la política pública [de la Iglesia] debe reflejar esa creencia.
El Comité de Justicia Social y Política de Estados Unidos, con las reacciones recibidas en la audiencia abierta, combinó algunos de las resoluciones en tres que abarcaron muchos de los asuntos debatidos. Además de la C033, el comité recomendó la A178, que asume una postura enérgica contra las separaciones de las familias y el trato a padres y a niños inmigrantes, y la C009, titulada “Convertirse en una Iglesia santuario”.
Esta última resolución insta a los episcopales a acercarse y apoyar a los inmigrante que enfrentan deportación, incluido el brindarles santuario físico si ellos así lo eligen, pero “esta resolución no los invita a hacerlo” dijo el miembro del comité Daniel Valdez, de la Diócesis de Los Ángeles, en el pleno de la Cámara de Diputados durante el debate de la resolución el 12 de julio.
“El santuario tiene un poderoso fundamento teológico”, dijo Valdez al tiempo que enfatizaba que el propósito de la resolución es alentar a los episcopales a entablar conexiones con inmigrantes indocumentados, [al objeto de ofrecerles] ayuda legal, defensa social o cuidado pastoral.
La Cámara de Obispos había aprobado las tres resoluciones sin objeción y sin discusión en una votación de viva voz el 11 de julio, y las tres fueron adoptadas juntas en la sesión vespertina del 12 de julio en la Cámara de Diputados.
Diana Marcela Abuchar Sierra, miembro de la Presencia Oficial de la Juventud proveniente de la Diócesis de Colombia, se pronunció contra las políticas de detención de inmigrantes del gobierno de Trump durante el debate en el pleno de la A178.
“Me niego a ver cómo las personas que sólo quieren mejorar son tratadas de manera tan cruel e inhumana”, dijo Abuchar en español valiéndose de un intérprete. Por favor, como Iglesia Episcopal debemos defender sus derechos y su dignidad. Como Iglesia Episcopal, debemos alzar la voz y ser oídos”.
Wendy Cañas, diputada de la Diócesis de Nueva York, expresó un sentir semejante en apoyo a la C033.
“Estamos hablando por los que no pueden hablar por sí mismos”, dijo ella. “También le estamos diciendo al gobierno… que la Iglesia Episcopal lo hace moralmente responsable de sostener y apoyar a las familias en nuestro país”.
Al igual que en la Cámara de Obispos, nadie habló en contra de ninguna de las tres resoluciones y los diputados fueron esencialmente unánimes a favor. Las tres fueron aprobadas en una votación de viva voz sin que se oyera ningún “no” en el salón.
– David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Pueden dirigirse a él en dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.
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[Episcopal News Service – General Convention 2018]