[Episcopal News Service – Austin, Texas] Pocos temas se debatirán tan enfáticamente en la 79ª. Convención General como el de la inmigración. La reunión trienal de la Iglesia Episcopal se está celebrando en la capital de este estado fronterizo en medio de un continuo clamor por la política de “tolerancia cero” del gobierno de Trump hacia los inmigrantes que entran en el país, una política que hasta hace poco conllevaba la separación de los niños de sus padres detenidos.
La Convención General estudia nueve resoluciones sobre la migración y la inmigración, y las nueve estaban en la agenda de una audiencia conjunta de los dos comités legislativos, que tuvo lugar el 7 de julio en el hotel JW Marriot, justo al oeste del centro de convenciones.
Alrededor de dos docenas de personas testificaron, entre ellas obispos centroamericanos, sacerdotes de estados fronterizos, episcopales activos en el reasentamiento de refugiados y al menos una “soñadora” [dreamer], la Rda. Nancy Frausto, que al igual que otros [de su condición] fue traída ilegalmente a Estados Unidos siendo niña. Ella ahora es sacerdote en la Diócesis de Los Ángeles.
“Los 800.000 soñadores deben contar con el respaldo de la Iglesia Episcopal, y no sólo ellos sino todos los inmigrantes”, dijo Frausto, al hablar a favor de la Resolución C033, que declara oficialmente que la Iglesia respeta la dignidad de los inmigrantes y bosqueja la manera en que la política debe reflejar esa creencia.
“Lo voy a poner en términos sencillos: esto salva vidas”, dijo Frausto, que también fue una de los tres panelistas que discutieron la reconciliación racial el 6 de julio en la primera de las tres Conversaciones de la Iglesia Episcopal [TEConversations] programadas como sesiones conjuntas de la Convención General.
Los dos comités de justicia social, uno centrado en la política de Estados Unidos y el otro en la política internacional, celebraron la audiencia para tener reacciones sobre las resoluciones que abarcan una amplia gama de temas, incluidos el proporcionar santuario a inmigrantes que enfrentan deportación, condenar la separación de familias migrantes, respaldar a los haitianos que se preparan para ser deportados y exigir una legislación que les otorgue un estatus legal permanente a los “soñadores” a través de la legislación federal que se conoce como la Ley DREAM[*].
La Convención General se ha pronunciado sobre temas de inmigración a través de resoluciones que se remontan a los años ochenta [del pasado siglo]. Entre ellas una resolución de 2012 que insta la aprobación de la Ley DREAM. Este año la Resolución C002 pide la aprobación de una Ley DREAM “limpia”, una referencia a acontecimientos políticos recientes que han empantanado el progreso de la legislación desde que el presidente Donald Trump le puso fin a una política del Poder Ejecutivo que les brindaba protección a los “soñadores”.
Las resoluciones aprobadas por la Convención General pueden ser usadas, para su labor de promoción social, por la Oficina de Relaciones Gubernamentales, que tiene su sede en Washington, D.C. y que lleva a cabo tareas de promoción [o defensa] social mediante apelaciones directas a las oficinas del Congreso o a través de movilizaciones de la Red Episcopal de Política Pública.
De las nueve resoluciones sobre inmigración que se encuentran ante la Convención General, el comité de política internacional está revisando sólo una, la D009, pero esa sola es sustancial. Con el título de “Principios cristianos en respuesta a la migración humana” sienta algunas de los fundamentos bíblicos y teológicos para la defensa social de la Iglesia en tales asuntos, así como la aplicación de esas creencias en el mundo real.
El Rdo. Paul Moore, sacerdote episcopal de Silver City, Nuevo México, y presidente del Ministerio Fronterizo de Río Grande, testificó a favor de la D009, hablando en inglés y luego traduciéndose el mismo al español, y citó varios pasajes bíblicos que respaldan la sensibilización de la Iglesia hacia los inmigrantes.
“Acojan a los extranjeros, para que no dejemos de hospedar ángeles”, dijo él, parafraseando un pasaje de Hebreos.
Angela Smith testificó de su trabajo con el Ministerio de Migración de San Francisco de Asís, en Kansas, una filial del Ministerio Episcopal de Migración, una de las nueve agencias que tienen contratos con el Departamento de Estado de EE.UU. para reasentar refugiados en este país. El número de reasentamientos ha descendido bajo la égida de Trump, lo cual, según Smith, está afectando el prestigio del país en el mundo.
“Esto no es lo que somos. No es quienes queremos ser” dijo Smith. “Los refugiados enriquecen nuestras comunidades a lo largo y ancho de Estados Unidos. Aportan alegría y nos hacen mejores”.
Y el Rdo. Chris Easthill, diputado de la Convocación de Iglesias Episcopales en Europa, enfatizó que los problemas en torno a la migración no son exclusivos de Estados Unidos, y que la Iglesia puede ayudar a contener la marea de temor y de odio.
“La migración [impone] una gran división política en todo el mundo”, dijo Easthill. “Necesitamos una sólida respuesta cristiana”.
La audiencia tuvo lugar mientras los obispos y diputados que asisten a la Convención General planean, de motu proprio una respuesta visible: un viaje programado para el 8 de julio a un centro de detención federal de inmigración que queda a poco más de media hora de Austin. Está previsto un oficio de oración para alrededor del mediodía frente al Centro de Detención Residencial T. Don Hutto, y el calendario legislativo del domingo se ajustó para darle cabida a los que deseen asistir.
El oficio de oración se preparó en respuesta a la política del gobierno de Trump hacia las familias inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente con niños, esa política se aborda directamente en la Resolución A178 que se titula “Alto a la intensificación e implementación de las políticas y prácticas migratorias que son lesivas a mujeres, padres y niños migrantes”.
Esa política también fue citada el 7 de julio durante los testimonios en la audiencia conjunta sobre inmigración.
El obispo Juan David Alvarado de la Iglesia Episcopal en El Salvador, testificó en español con un intérprete al inglés para decirles a los comités los desastres naturales y humanos que la gente de su país ha sufrido, desde terremotos e inundaciones hasta la guerra civil. A los inmigrantes salvadoreños que buscan entrar en Estados Unidos los motiva la seguridad, la familia y la oportunidad, dijo él.
“La política de tolerancia cero en este país afecta grandemente a la región de América Central”, expresó Alvarado en apoyo a la Resolución C033.
Varias personas pidieron que el lenguaje de las resoluciones fortaleciera el llamado a la acción o proporcionara más datos específicos acerca de la urgencia de estos temas. Otros dijeron que, sencillamente, era importante para la Iglesia asumir una posición.
“Necesitamos una declaración global. Necesitamos esta declaración, afirmó el Rdo. José Rodríguez-Sanjuro, diputado suplente de la Diócesis de Florida Central.
Él dijo que la mitad de su congregación, la iglesia episcopal de Jesús de Nazaret [Jesus of Nazareth] en Orlando, está compuesta de inmigrantes, y muchos tienen miedo. Contó de una reunión en su oficina con una familia, y el niñito llorando. El padre ya tenía una fecha de deportación y su madre tenía que presentarse más adelante este año ante las autoridades federales del Servicio de Inmigración y Aduanas.
“Necesitamos una declaración que diga que estas familias son importantes para esta Iglesia” dijo él al abogar a favor de la Resolución C033. “Estoy perdiendo feligreses debido a la deportación. Denme algo que yo pueda usar para darles esperanza. Denme algo para reforzar el mensaje de que esta Iglesia les da la bienvenida, de que esta Iglesia los ama”.
La Rda. Devon Anderson de Minnesota, presidente del comité de política nacional, concluyó la audiencia agradeciéndoles a los que testificaron y a las más de 100 personas que asistieron.
“Gracias por las proclamaciones de esperanza y la posibilidad de que nuestra Iglesia ande por el mundo abogando a favor de los inmigrantes en nuestras comunidades”, dijo ella.
Las deliberaciones de comités sobre las resoluciones están programadas para la mañana del 9 de julio.
– David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Pueden dirigirse a él en at dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.
[*] Sigla en inglés de Development, Relief and Education for Alien Minors Act. Ley para el Desarrollo, la Ayuda y la Educación para Menores Extranjeros. (N del T.)
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[Episcopal News Service – General Convention 2018]